Disfrazados
Supongamos que aún no nos hemos perdido, que aún caben nuestros sueños en el tiempo. Supongamos por un momento que aún no nos hemos rendido, que aún caben las fuerzas en nuestro tiempo. Quizás nada de lo que quisimos ocurrió como quisimos, quizás todo parezca un cuento de mal gusto, escrito por un loco escritor, que nada sabía de le Felicidad. Vemos a la gente pasar a nuestro alrededor, todos con sus ajetreadas vidas. Todo y todos pasan, ¡corre que no hay tiempo! Y a lo lejos se van, se llevan tu tiempo y tus ganas. Yo aún no he conocido al tiempo, o al menos no lo reconozco. Claro que a veces pienso que he debido pasar continuamente por el tiempo, pues ya no soy el mismo ni me veo igual. Mi cuerpo ha cambiado y mi mente ha cambiado, así como lo ha hecho mi entorno. No hay lugar a dudas, he pasado por el tiempo, demasiado deprisa tal vez. Sin embargo, tal vez el tiempo no haya pasado por mi, al menos no con la misma intensidad con la que yo he pasado por él. Aquello que dicen de...