La gente que cambia el mundo

Hace calor. Es tarde ya, mi cerebro me informa de que lleva demasiado tiempo sin tener un comportamiento sano, de descanso...es tarde, pero hace calor. Normalmente oiría el dulce silencio de la noche, uno de mis sonidos preferidos, algo así como el canto de un pájaro, pero cuando este se halla dormido, cantando, en sus sueños. No pueden oirse los pájaros de la noche, mañana es feria gente, pero nos gusta adelantarnos unos días para disfrutar más de lo que nos suele faltar. Aún aquí puedo oir cómo la música, los "cacharritos", los amigos y la familia pueden estar divirtiendo a muchas personas, haciendo que su momento presente sea intenso, sea vivido....pero no puedo dormir. Hoy a penas he podido, o querido para ser más correcto, estudiar. He preferido perderme en mis recuerdos, en mi pasado, y nadar entre aquellos momentos en los que todo era muy diferente...no mejor, tampoco peor imagino, tan solo...diferente.

Tenemos la mala costumbre de querer dominar el mundo, dominar a las personas que nos rodean...dominarlo todo y que todo cumpla los requisitos necesarios para que nosotros seamos "felices". Triste concepto de felicidad se adopta pues, depender del mundo exterior, de las personas que nos rodean, para lograr nuestra propia felicidad... una búsqueda bastante curiosa si nos detenemos a pensar. ¿Acaso encontraremos en otros aquello que florecerá en nosotros mismos?...Solía pensar así.

Si algo nos desagrada, no lo aceptamos, no, nos gusta más manifestar nuestro desacuerdo y procurar que todo se adapte a nosotros, recurriendo a cosas tan absurdas y peligrosas como los enfados, las amenazas o las súplicas...Solía pensar así.

Hoy una amiga me ha vuelto a decir que "he cambiado muchísimo". Parándome a pensar en dicha frase, así como en los argumentos que aportó, no pude llegar a ninguna conclusión, tan solo a una pregunta: ¿qué significa cambiar? ¿Acaso tenemos una forma de ser predeterminada, o tan solo elegimos ser siempre de la misma forma, haciéndonos creer que "somos así"?

Leí hace un tiempo un texto escrito por un famoso psicólogo estadounidense que me hizo pensar profundamente. Por una parte, fomentó ideas que ya tenía pero que jamás defendí. Por otra, me enseñó ideas nuevas, ideas que en principio chocan contra todo razonamiento adquirido en esta sociedad ( si es que se aprende a razonar de alguna manera en ella). El texto podía ser interpretado de muchísimas maneras, tantas como personas lo lean. Esta fue mi interpretación:

"La vida es como una corriente de agua, en la que somos simples peces que se limitan a seguirla, siguiendo a los demás, pensando como los demás, aprendiendo lo mismo que los demás, razonando como los demás... De tal manera, la corriente nos arrastra impidiendo que nos desarrollemos personalmente, que nos mostremos a nosotros mismos aquello de lo que somos capaces...a elegir qué persona queremos ser en definitiva. Siguiendo la corriente, permitimos que los "conocimientos" y formas de pensar que se han implantado en la sociedad, y que se nos transmite como lo "correcto" desde que nacemos, dominen nuestras propias formas de vida. Permitimos que esas ideas eligan cómo vamos a vivir y a desarrollarnos. No hace falta decir que en una corriente así, ningún pecesillo puede destacar, y mucho menos conducir la corriente hacia otro lugar, aunque sea abriendo un pequeñísimo camino que sea diferente al resto de la corriente.

A veces, nos encontramos contra alguien que decide nadar en contra de la corriente, obviando aquello que a su parecer es inútil, y luchando por aquello que él desea ser, aunque eso signifique nadar en contra de todos los demás peces, y ser juzgado por lo tanto como loco, insensato, idiota, irresponsable y otro tipo de calificativos."

Detengámonos un momento en estas personas...¿quiénes son? Sin duda alguna, creo no conseguiremos nombrar a ningún pez que haya seguido la corriente, pues todos estaremos pensado en aquellos que desafiaron las "leyes" de su respectiva época aportando algo nuevo, y por lo tanto automáticamente rechazado por todos los demás, pero que, con más o menos tiempo, finalizó por incorporarse en la forma de vida de los otros acomodados peces e incluso terminaron siendo alabados, recordados y puestos como ejemplo de perseverancia, inteligencia sabiduría...Deténganse, piensen en ellos, puede que no pensemos en las mismas personas, puede que no pensemos en los mismos logros o incluso puede que ni siquiera nos pongamos de acuerdo en si actuaron bien o mal...no obstante, coincidiremos en que, aquellos que desafiaron a la corriente, así como los que la desafían ahora, en el presente, y enseñarán a otros a desafiarla, son todos aquellos que permiten que las cosas no sean siempre las mismas, que los errores no sean siempre los mismos, ni que los premios se entregen siempre de la misma forma...estas son, realmente, la gente que cambia el mundo.




  

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