Como un niño un seis de enero

Sal fuera...abre bien los ojos y mira al cielo. Míralo bien hasta poder sonreir. Entonces navega en tu interior y pregúntate ¿qué es la felicidad? 
Es común pensar que la felicidad se recoge, la felicidad se trabaja...la felicidad se gana. Se suele decir que debemos sufrir, trabajar duro y pasarlo mal, para en el futuro recoger los frutos de dicha etapa. Aún puedo estar de acuerdo con ello hablando de nuestro oficio, nuestros estudios, el entrenamiento de nuestro cuerpo, las relaciones personales...pero no con la felicidad. La felicidad no es un regalo, la felicidad no se recoge tras un duro trabajo en el que hay que sufrir mucho antes para dejar de hacerlo "en un futuro". La felicidad se siente, la felicidad se elige, al igual que el odio, el enfado o la sonrisa.

Déjate caer bajo la sonbra de un árbol, tumbado en un cesped verde y lleno de hermosas criaturas, tan diferentes y tan similares a nosotros.  Mira bien al cielo, y déjate elevar, despega y consigue alcanzar la más alta nube que seas capaz de divisar. Entonces, navega en tu interior, y pregúntate ¿Cómo se siente la felicidad?¿Tan lejos está de nuestro alcance?

Un gran hombre me dijo una vez que no había cosa más hermosa que la sonrisa de los niños, pues esta es siempre sincera y desinteresada. Los niños no saben fingir, no saben mentir. Hacen lo que sienten cuando lo sienten, y podrás divisarlo en sus ojos, en su rostro...en su boca.

_ ¿Qué?¿Descubriste tu respuesta? Quizás no debas buscar tanto, no por pensar mucho tiempo encontrarás una respuesta aceptable 
_¿Entonces?¿Qué se supone que debo hacer para encontrarla?
_Véte. Paséate por entre los campos, las calles bajo la dulce melodía de la noche...paséate por entre los pueblos del mundo, paséate por entre los niños del universo.
_¿Qué es la felicidad para ti?
_ Jajajaja...no, yo no te podré contestar con sinceridad, lo siento, jamás lo entenderás si te lo explico.
_¿Acaso me quedaré sin conocer la respuesta, no me enseñarás el camino hacia ella?
_ Ya lo conoces amigo mío, ya lo conoces.
_¿Y bien? No recuerdo que me lo dijeras.
_No te lo dije directamente, querido amigo.
_¿Entonces?
_Pregúntaselo a un niño, un seis de enero por la mañana...él te dará la respuesta. Pero recuerda...tan sólo te dirá la respuesta, en ti está el entenderla, y emprender el camino.

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